 |  |  | Hurlingham, ciudad violenta - 11.4.07 | |
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Anteayer me subo a 'la costera' rumbo al fin del mundo y se sucinta mas o menos lo siguiente:
Pasajero enfurecido: (viene desde el fondo y reclama virulentamente) 'cobrame el boleto ahora pelotudito de mierda!'
Colectivero (un alfeñique): '....'
P: 'Dale conchudo de mierda..Cornudo! Me hiciste correr 6 cuadras, ahora cobrame el $1,20'
C: 'Calmese Sr.'
P: 'Pero hijo de puta! Cobrame la plata ahora...dale cornudo!'
El pasajero, un aparente muchacho de la constru, estuvo media hora más puteando al pobre colectivero que con cada epíteto se achicaba aún más. El bicho bolita quedó acorralado en su propio asiento mientras que el otro soltaba el rosario de guarangadas que le tenía reservado.
Aparentemente la cuestión fue así: este tipo levantó la mano, el colectivero no paró y aquel lo corrió hasta la parada siguiente, para subirse por atrás y cobrar su venganza.
La cólera del pasajero abandonado crecía conforme se arrugaba el colectiverito; con cada puteada el choffeaur se pegaba aún más a la ventana buscando evitar lo que yo ya me temía iba a suceder.
A esta altura las señoronas que estaban en el bondi opinaban cosas como 'pero que mal educado ese señor! las palabrotas que usa! El agresor no se cortaba un pelo. Jamás le importó el 'que dirán'.
Yo me avivé tarde (para romper la rituna); bien podría haber filmado todo el suceso con mi telefonino y quien te dice que se armaba una como la de 'The Bus Uncle'. Todo un hit en China.
Redondeando: el agresor pide 'parada' y comienza a ejercitar su puño izquierdo cerrado; hacía los movimientos típicos de precalentamiento previo a una trompada; y casualmente ese fue el remate de la faena.
Segundos antes de bajarse... PUM! le dió en la quijada un seco zurdazo para sellar su acto de agresión.
Si había algo que faltaba para terminar de vejar publicamente al colectivero, fue esa trompada en la jeta; 'ya vasaver vo' decía con voz flojita el golpeado, mientras que movía la manito derecha en el aire, como para sacarse un poco de humillación de encima.
Hoy a la tarde, luego de pasar por el video club y antes de pasar por el tintorero (quien, dicho sea de faso, merece una historia aparte) se sucedió un evento de similares características: resulta que muy muy cerca del lugar donde fue golpeado el colectivero de la otra historia, otra 'costera' se niega a frenarle a una señorita en la parada; un justiciero que estaba viendo el episodio, se agenció una piedra, corrió al bondi y le rompió un vidrio en clara vendetta.
Casi casi un deja vu.
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